Cuando decidí priorizarme y me di cuenta que en la nada lo tenía todo🐒

Cuando decidí priorizarme y descubrí que en la nada lo tenía todo

Hubo un momento en mi vida en el que sentí que algo tenía que cambiar. Que seguir funcionando en piloto automático, buscando seguridades externas, solo me alejaba de mí misma.

Fue entonces cuando emprendí un viaje a la selva, sin certezas, sin dinero y sin más equipaje que mi propia verdad.

Allí, conviviendo con la comunidad Sápara, descubrí algo que ninguna comodidad podía darme: el valor de lo esencial. Mis ojos vieron más de lo que nunca había visto: miradas limpias, vidas que se mueven al ritmo de la naturaleza, el silencio que no incomoda, sino que abraza.

En la selva aprendí que priorizarse no es un acto egoísta, sino el primer paso para poder ofrecer algo real al mundo.

Que la seguridad que tanto buscaba fuera estaba, en realidad, dentro de mí.

Y que a veces hace falta perder todo para encontrarte de verdad.

Fui feliz en la nada, porque allí descubrí el todo: el origen, la tierra, la tribu, el pulso de la vida que late igual en todos los corazones.

Aprendí a escucharme, a respetar mis ritmos, a agradecer lo simple y a sentir que mi propósito estaba más claro que nunca: acompañar a otras personas a reencontrarse con su esencia.